lunes, 19 de abril de 2010

Fluctuaciones

Hay momentos en la vida para disfrutarlos al máximo. Momentos entrañables, cálidos, enternecedores. Recuerdos felices, recuerdos que deseas que perduren en tu mente, que te hacen atravesar la realidad y volver a ese lugar, a ese momento y deseas que te acompañen en tu camino, indiferentes del tiempo. Que te evocan personas, amigos incondicionales o compañeros eventuales, los cuales hicieron sentirte afortunado por unos minutos, unas horas, días. Un intervalo muy corto de tiempo pero intenso. Necesarios, porque las personas nos necesitamos para superarnos, para luchar y seguir adelante. Para eso estamos programados: para sobrevivir. Y es eso lo que hacemos todos los días. Aunque a veces esos mismos recuerdos te ahoguen sin dejarte mejor alternativa que anularlos.

Con los años yo he aprendido a hacerlo. Quizá porque necesite más calor humano del que recibo, quizá porque si no lo hiciera no podría avanzar o porque la experiencia me enseñó que es el mejor camino. Quizá porque no sé vivir de otra forma.

Llámame cobarde, lo sé. Pero no tengo fuerzas para afrontarme a la realidad.

Patch Adams

http://www.youtube.com/watch?v=pn7OHDZjfTI