jueves, 14 de mayo de 2009

Luz que nunca se extingue

" Te equivocas, sin duda. Alguna vez alcanzan
tus manos el milagro;
en medio de los días indistintos,
tu indigencia, de pronto, toca un fulgor que vale
más que el oro puro:
con plenitud respira tu pecho el raro don
de la felicidad. Y bien quisieras
que nunca se apagara la intensidad que vives.
Después, cuando parece que todo se ha cumplido,
te entregas, cabizbajo, a la añoranza
del breve resplandor maravilloso
que hizo hermosa tu vida y sortilegio el mundo.

Tu error está en creer que la luz se termina.
Al cabo de los años he llegado a saber
que en la naturaleza del milagro
se funden lo fugaz y lo perenne.
Tras su apariencia efímera,
el relámpago sigue viviendo en quien lo vio.
Porque su luz transforma y ya no eres
el hombre aquel que fuiste antes de que en tus ojos,
de que en el fondo oscuro de tu ser fulgurase.

No, la luz no se acaba, si de verdad fue tuya.
Jamás se extingue. Está ocurriendo siempre.
Mira dentro de ti,
con esperanza, sin melancolía.
No conoce la muerte la luz del corazón.
Contigo vivirá mientras tú seas:
no en el recuerdo, sino en tu presente,
en el día continuo del sueño de tu vida.
"


Eloy Sánchez Rosillo.

domingo, 22 de marzo de 2009

Cara y cruz.

Fuera como fuese, siempre iba a un paso por detrás. Ella lo tenía todo, ¿qué más podía pedir? Y yo la envidiaba. Le deseaba todo el mal que se podía desear a una persona sin darme cuenta de que eso era lo que me quemaba por dentro. Lo jugué al todo o nada y perdí.Y purgué mis cuentas mientras las estaciones del año pasaban a mi alrededor indiferentes. Así que acepté mi derrota y cedí al colonizador, reservándome una pequeña parte de aquello que había sido mío hasta entonces. Y en la oscuridad encontré una luz, esa que iluminaría mi camino de vuelta, reencontrándome con aquellos que permanecieron fieles a mi regreso. Yo me derrumbé y lloré, porque esa era la mayor victoria que podía tener un perdedor.

lunes, 2 de marzo de 2009

Dime lo que queda entre tú y yo.


Cuéntame como fue, cómo dejamos que todo se hiciera más grande. Defíneme amor o cariño. Bórrame el recuerdo y empecemos de nuevo. Yo aquí y tú ahí.

Déjame entrever una parte de lo que yo he significado para ti y acepta el calor que te intenté enviar encerrado en un sobre sin sello. Grítame al oído que esto no es como esperabas, apenas percibo ya tu melodía.

Recoge tus besos y abrazos porque ya no tienen tu nombre.

No te culpes, yo no lo hago. Pero tampoco hagas caer el peso sobre mí, ya estoy suficiente enterrado.