viernes, 10 de febrero de 2012

"Mayonesa y café"

Cuando te sientas agobiado, cuando 24 horas al día no sean suficientes… Recuerda el frasco de mayonesa y el café!
Un profesor en su clase de Filosofía, sin decir palabra, cogió un frasco grande y vacío de mayonesa y lo llenó con pelotas de golf.
Luego preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos estuvieron de acuerdo en decir que si.
De nuevo, sin decir nada, el profesor cogió una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa.
Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos volvieron a decir que si.
Luego…el profesor cogió una caja con arena y la vació dentro del frasco.
Por supuesto, la arena llenó todos los espacios vacíos, y el profesor preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno.
En esta ocasión los estudiantes respondieron con un ‘si’ unánime.
El profesor enseguida agregó 2 tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían en esta ocasión. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:
‘QUIERO QUE SE DEN CUENTA QUE ESTE FRASCO REPRESENTA LA VIDA’.
Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, …
Son cosas que, aún si todo lo demás lo perdiéramos y solo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas.
Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el coche, etc.
La arena es todo lo demás… las pequeñas cosas.
‘Si ponemos primero la arena en el frasco, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf.
Lo mismo ocurre con la vida’.
Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes.
Presta atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus hijos,
dedica tiempo a revisar tu salud,
ve con tu pareja a cenar,
practica tu deporte o afición favoritos,
siempre quedará tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua. Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan.
Establece tus prioridades, el resto es solo arena…
Uno de los estudiantes levantó la mano y preguntó qué representaba el café..

El profesor sonrió y dijo:
‘Que bueno que me hagas esta pregunta… Sólo es para demostraros, que no importa cuan ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un amigo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Y en mis tonterías para hacer tu risa estallar.


Te despiertas, no sabes cuando has conseguido quedarte dormida. Quisieras volver a dormir y me odias por haberte llamado. Das vueltas en cama hasta que decides levantarte. Las sábanas huelen ya a desaliento.

Te saludo, intento hacerte reír. Me evitas, nunca antes lo habías hecho. Habrías dado cualquier cosa por poder reírnos juntos, es eso lo que nos une, es eso lo que me permitió conocerte y me permite hoy afirmar que sé lo que piensas cuando te miro a los ojos. Pero no me canso, vuelvo a ti o al cuerpo en el cual estás encerrada. Te hablo, da igual de qué y tú lo sabes. Lo sabes y me sonríes sin ganas. Como si no supieses que no te creo, que me conformaré y me iré aún sabiendo que te sentirás peor así. Pero no puedes evitarlo, solo quieres sentirte desdichada y llorar. Torturarte, maldecirte, insultarte, malherirte…pero sobre todo llorar. Llorar por todo aquello que pudo y no será.

No sé dar consejos o, más bien, no puedo dar consejos porque ni yo mismo los cumplo. Y tú me los pides igual. Una y otra vez, ahora sé que lo haces para revivirlo. Pero me escuchas y no sólo me oyes como hacía yo un año atrás en el papel contrario. Me escuchas demasiado. Tanto, que malinterpretas mis silencios más que mis palabras para poder avalarte a ti misma en un círculo vicioso del que nunca sales.

Yo siento como poco a poco te evades, te pierdes en tu mirada perdida, en tus ojos enrojecidos, en tu iris dilatado. Y te intento retener mientras pueda. Pero cada vez estás más lejos y te voy perdiendo al mismo tiempo en que tú olvidas tu sonrisa, tu esencia. Esa esencia que nos ha unido y me ha permitido hasta hoy poder saber en qué piensas a través de tu mirada.

Hasta hoy. Ahora solo veo en tus ojos angustia y dolor.

Esa vulnerabilidad que hoy me hace frágil a mí.

lunes, 29 de noviembre de 2010

"Ellos te darán siempre más de lo que puedas aportarles tú"

Delfín tiene 76 años. Cuando llegó tenía 75. Hace 1 año exactamente que su vida le cambió por completo.

El primer día que lo vi yo estaba demasiado nervioso como para poder establecer una conversación coherente así que me dediqué a hacer un monólogo sobre el tiempo, los coches, la comida y un sinfín de estupideces. Él me habló de su mujer, sus hijos, su tierra y su carnet de coche con el que lleva 35 años sin tener ningún percance.

Delfín llegaba siempre a las 11.30 de la mañana acompañado por su mujer. Yo aparcaba mis obligaciones para dedicarle unos instantes, devolviéndome siempre una de sus mejores sonrisas. Después paseábamos y nos comentábamos cómo había ido el día desde que no nos veíamos.

Delfín habla 6 lenguas (castellano, gallego, inglés, francés, alemán y...otra más que nunca consigo recordar), es ex-profesor de Taichí jubilado, tiene 3 hijos y una mujer que me saca de mis casillas. Es natural de Lugo, pero es imposible arrastrarlo de su Ourense donde reside.

Sin duda alguna, tiene el Don de saber transmitir energía y felicidad. Delfín “corre” por el pasillo a sus 76 años y al doblar cada esquina su sonrisa se cruza con caras desoladas que él mágicamente convierte en efusivos saludos. Tiene una complexión robusta y no titubea en afirmar que no pasa hambre.

El día que se reunió con los trabajadores de la 5ª planta las únicas palabras que regaló fue de agradecimiento a todas y cada una de las almas que se habían volcado en él. “¿Ninguna pregunta?” - Agradecer el trato de todas esas personas es lo más importante ahora.

Delfín ya se marchó a su casa. Hace un año que la extraña y él se va feliz.

- Delfín, me vengo a despedir...Espero que todo vaya bien en su vuelta a casa. Estoy encantado de haber podido compartir esto con usted.

- Muchas gracias. Quiero deciros que nunca perdáis esa sonrisa con la que nos recibís, sois muy buenas personas y os agradezco mucho todo lo que hicisteis por mí.

Hace un año exactamente Delfín sufrió una caída en un autobús que desafortunadamente le dejó una tetraplejia nivel C5. No mueve las piernas y apenas tiene flexores de codo. Dependerá lo que le queda de vida de una tercera persona y solo será independiente para mover su silla eléctrica con un joystick. Pero Delfín es un luchador nato y tiene algo que muy pocos tienen: una visión de la vida mucho más trascendental de la que hoy en día tenemos.

Se ha ganado a pulso toda la gente que le rodea.

Regrese en paz, amigo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Diez recetas para ser feliz

¿Como podría definir en términos positivos la felicidad? Ese concepto, abstracto hasta la medula, es imposible de ser descrito directamente. Para hacerlo tengo que dar un rodeo por su sombra. Vaya entonces la definición: "Felicidad es estar cada día menos angustiado". Para lo cual puedo intentar dar algunos consejos sin ser tachado de iluso.
1. Cuando dudes de actuar, siempre entre "hacer" y "no hacer" escoge hacer. Si te equivocas tendrás al menos la experiencia.
2. Escucha más a tu intuición que a tu razón. Las palabras forjan la realidad pero no la son.
3. Realiza algún sueño infantil. Por ejemplo: si querías jugar y te hicieron adulto antes de tiempo, ahorra unos 500 euros y ve a jugarlos a un casino hasta que los pierdas. Si ganas, sigue jugando. Si sigues ganando, aunque sean millones, sigue hasta que los pierdas. No se trata de ganar sino de jugar sin finalidad.
4. No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es. Desde la infancia nos endilgan destinos ajenos. No estamos en el mundo para realizar los sueños de nuestros padres, sino los propios. Si eres cantante y no abogado como tu padre, abandona la carrera de leyes y graba tu disco.
5. Hoy mismo deja de criticar tu cuerpo. Acéptalo tal cual es sin preocuparte de la mirada ajena. No te aman porque eres bella. Eres bella porque te aman.
6. Una vez por semana, enseña gratis a los otros lo poco o mucho que sabes. Lo que les das, te lo das. Lo que no les das, te lo quitas.
7. Busca todos los días en el diario una noticia positiva. Es difícil encontrarla. Pero, en medio de los acontecimientos nefastos, siempre, de manera casi imperceptible, hay una. Que se descubrió una nueva raza de pájaros; que los cometas transportan vida; que un nene cayo desde un quinto piso sin dañarse; que la hija de un presidente intento suicidarse en el océano y fue salvada por un obrero del cual se enamoro y se casaron; que los jóvenes poetas chilenos bombardearon con 300.000 poemas, desde un helicóptero, a La Moneda, donde fue eliminado allende, etc.
8. Si tus padres abusaron de ti cuando pequeño/a, confróntate calmadamente con ellos, en un lugar neutro que no sea su territorio, desarrollando cuatro aspectos: 'Esto es lo que me hicieron. Esto es lo que yo sentí. Esto es lo que por causa de aquello ahora sufro. Y esta es la reparación que pido'. El perdón sin reparación no sirve.
9. Aunque tengas una familia numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.
10. Cesa de definirte: concedete todas las posibilidades de ser, cambia de caminos cuantas veces te sea necesario.
Alejandro Jodorowsky

lunes, 20 de septiembre de 2010

Luces y sombras


Camino, como quien diseña sin planos, como quien busca sentado, como el que nada sin piernas ni manos. Camino, a veces lento o apurado, sin rumbo, sin cercado. Camino, y desconozco el por qué lo hago. Te amo, te busco, te anhelo, te extraño.

Mas te siento lejos, tan lejos que tu aroma huele a mar y tu voz a silencio. Notas que callan mi alma rota, cansado de llorar por fuera menos que por dentro. Derrumbado o ensalzado a los pies de un adiós que nunca acaba y un hola que mi nicho excava.

Y mientras tanto, desde mi rincón santifico los buenos momentos que pasamos enfrente, recordando tiempos pasados que ya no me encierran en el presente. Porque te busqué, me evitaste, te amé, me cuidaste. Te tuve y me esquivaste.

Es por eso por lo que no quiero esperanza, ni olor a ella. Ni luces ni sombras o cal y arena. Porque cuando abro los ojos no hay mar, ni mensaje, ni botella.

martes, 3 de agosto de 2010

En silencio...

...y sin cruzar una palabra, solamente una mirada es suficiente para hablar.

jueves, 24 de junio de 2010

Noite da Queima na Cidade Meiga.

El olor de la ciudad a madera y sardina junto a un sol radiante anunciaba la llegada de la noche más esperada de los coruñeses. Los padres paseaban a sus hijos, los turistas se acercaban a la Calle de los Vinos, los jóvenes abarrotaban los supermercados y arrastraban consigo quilos y quilos de madera, cada cual de una forma más original que el anterior. Como mis raíces afloran a la otra orilla de la costa yo ansiaba y temía por igual el momento de encender las luminarias.
Y allí estaba yo, sentado frente al mar, desafiándolo silenciosamente: a mi lado, el calor de mi gente; al suyo, el abismo.
Las hogueras no tardaron en prender y como todos los años, la playa abarrotaba de gente y alcohol. Poco a poco me fui sumergiendo en la magia de esa noche única. Primero se quemó la falla, dando el pistoletazo de salida a los ya más que tradicionales fuegos artificiales. El siguiente paso era escribir los deseos. Sorteándonos el escaso papel y el único bolígrafo, el turno llegó a mí. Tras vacilar un poco, me separé del grupo y me dispuse a escribirlos, para después ejercer de pagano quemándolos en la hoguera y realizando los tres imprescindibles saltos.
Volví a mi lugar y me dediqué unos instantes. Era la primera vez que me reencontraba conmigo mismo. Sentía como la paz inundaba cada rincón de mi cuerpo y mis emociones se estabilizaban. La magia de San Juan embargaba mi alma.
Contemplé primero de nuevo el horizonte difuminado en el cielo estrellado y recordé a todos aquellos que me ayudaron a llegar con mis pasos a la orilla en la que me encontraba. Acorté distancias e hice una panorámica de 360º, observando como el fuego iluminaba las sonrisas que el karma le devolvía a los míos. Por ultimo volví a mí y pude sentir mi corazón latiendo más fuerte de lo que podía recordar. Cerré los ojos y agradecí los abrazos que la brisa me obsequiaba mientras me prometía no olvidarme nunca más de quién soy.

miércoles, 16 de junio de 2010

2 º T.O.

Y tú, tú, tú sois mi suerte.
(Gracias por el vídeo Luci!)

martes, 15 de junio de 2010

Tragicomedia de Calisto y Melibea

MELIBEA.- Padre mío, no pugnes ni trabajes por venir adonde yo estó, que estoruaras la presente habla, que te quiero fazer. Lastimado, serás breuemente con la muerte de tu vnica fija. Mi fin es llegado, llegado es mi descanso e tu passión, llegado es mi aliuio e tu pena, llegada es mi acompañada hora e tu tiempo de soledad. No haurás, honrrado padre, menester instrumentos para aplacar mi dolor, sino campanas para sepultar mi cuerpo. Si me escuchas sin lágrimas, oyrás la causa desesperada de mi forçada e alegre partida. No la interrumpas con lloro ni palabras; si no, quedarás más quexoso en no saber por qué me mato, que doloroso por verme muerta. Ninguna cosa me preguntes ni respondas, más de lo que de mi grado dezirte quisiere. Porque, quando el coraçón está embargado de passión, están cerrados los oydos al consejo e en tal tiempo las frutuosas palabras, en lugar de amansar, acrecientan la saña. Oye, padre mío, mis vltimas palabras e, si como yo espero las recibes, no culparás mi yerro. Bien vees e oyes este triste e doloroso sentimiento, que toda la ciudad haze. Bien vees este clamor de campanas, este alarido de gentes, este aullido de canes, este grande estrépito de armas. De todo esto fuy yo la causa [...]

Fernando de Rojas. La Celestina. (Acto XX)