miércoles, 6 de agosto de 2008

Nadie le dio importancia


Siempre dijeron que tras la tormenta llega la calma, que no hay nada malo que no se multiplique por bueno. Nunca les creyó, pues la vida demostró que del dicho al hecho hay un trecho y que no siempre, ni a menudo, se hacen reales tus sueños.
Y ahora se encontraba él, tendido en el jardín observando las estrellas como quien se rinde después de una dura batalla. No cesaba de preguntarse el por qué de su infortunio, en el motivo que le llevaba a hallarse completamente solo en medio de aquel boscaje y a la vez rodeado de un mar de adversidades.
Apenas tenía conciencia de lo que significaba el amor cuando se vio sorprendido por él y rendido a sus pies. Recordaba aquellas tardes por la ciudad sin rumbo fijo, sin más preocupación que fijar la mirada en sus ojos, los mismos que penetraban hasta el fondo de su alma y le hacía creer que realmente sí que existía algo más que la vida, que la muerte y que un Dios. O las noches en las que el tiempo trascurría fugazmente dejando entrever la pasión de un amor que a ningún ser humano se le antojaría perecedero.
Y así fueron pasando los meses, regocijándose de ser la persona más feliz del mundo a su lado. Mas nadie le dio importancia a su historia.
Una mañana recibió una llamada de teléfono que disgregó su vida. El padre de ella había conseguido el destino que había perseguido durante tantos años en una pujante ciudad en la que tendrían el futuro asegurado. Para ella, asegurarse el futuro significaba quedarse allí junto a su pareja, pero sus padres nunca lo llegaron a entender y le obligaron a hacer las maletas.
No le podía ocurrir nada peor que perder a su mayor apoyo. Ella era su pareja y su mejor amiga...no podía creer lo que estaba sucediendo. Corrió apresuradamente hasta la casa de ella, pero todo fue en vano, pues nadie contestó a la puerta a pesar de su evidente insistencia. Se le ocurrió entonces que quizás se encontrase su padre aún recogiendo el mobiliario de su oficina. Se dirigió hacia ella, creyendo por momentos que nunca llegaría a tiempo o que se desvanecería por el camino a causa del agotamiento. Cuando al fin llegó, pudo observar para su desdicha que ya estaba todo abandonado y allí solo se hallaba la limpiadora acomodando la angosta estancia para su nuevo uso, probablemente como almacén de alguna tienda alimentaria. Sin aliento apenas le inquirió a la mujer sobre el destino al que se dirigían, respondiéndole la misma que desconocia esa información. Visiblemente abatido y desconsolado estuvo deambulando por las calles hasta gran entrada la madrugada. Caminaba solo, sin rumbo de nuevo, pero con una gran, inmensa diferencia: Esta vez no habría nada ni nadie que pudiese evadirle de la realidad, una realidad que se le mostraba desoladora. Sabía que no la volvería a ver, o que cuando lo hiciera ella ya tendría la vida hecha en otro lugar, pero lo que más le atormentaba era saber que nunca pudo despedirse de ella. Durante meses o incluso años estuvo esperándola todas las noches en el jardín donde compartieron tantos momentos juntos, soñando que algún día regresaba para retomar su vida donde la habían dejado. Ella y solo ella era el motivo de su existencia y su fundamento, pero ya nada le ilusionaba y tan solo esperaba el momento en que la muerte mostrase sus cartas y lo llevase a algún lugar que, en su opinión, lo liberaría de aquel contínuo sufrimiento.
Nadie le dio importancia a su historia, nadie excepto él y ahora, veinte años después se hayaba solo tendido en el jardín rodeado de aquel boscaje.

4 comentarios:

jode_jode dijo...

Nacho,menuda historia tan desolaroda.
Lo más desolador es que existen muchas historias parecidas a la que has escrito.Tal vez el fondo no es ese,pero el argumento en si,sí.
No sabía yo de esta faceta tuya ;)

Anónimo dijo...

Eres bueno, sí sí, y mejoras...

Bikiños

Anónimo dijo...

Que calidad! Así da gusto

Anónimo dijo...

Que historia más hermosa. Me encanta. Que triste es dejarse llevar por la tristeza (valga la redundancia) .

Si amas de verdad debes sacar fuerzas de debajo de las piedras para seguir adelante y luchar por encontrar a esa persona no?

:D