domingo, 22 de marzo de 2009

Cara y cruz.

Fuera como fuese, siempre iba a un paso por detrás. Ella lo tenía todo, ¿qué más podía pedir? Y yo la envidiaba. Le deseaba todo el mal que se podía desear a una persona sin darme cuenta de que eso era lo que me quemaba por dentro. Lo jugué al todo o nada y perdí.Y purgué mis cuentas mientras las estaciones del año pasaban a mi alrededor indiferentes. Así que acepté mi derrota y cedí al colonizador, reservándome una pequeña parte de aquello que había sido mío hasta entonces. Y en la oscuridad encontré una luz, esa que iluminaría mi camino de vuelta, reencontrándome con aquellos que permanecieron fieles a mi regreso. Yo me derrumbé y lloré, porque esa era la mayor victoria que podía tener un perdedor.

3 comentarios:

Mi Alter - Ego Super Espiritual dijo...

Solo me queda decir que lo siento... aunque no entiendo mucho el contexto.

que la pases bien.

Máquina dijo...

Que surrealista!Estaba buscando el texto de la pelicula Quiereme si te atreves y de entre todos los resultados posibles (exactamente 13100), el tuyo fue el 1º! Y de repente..veo q eres de Ferrol!como yo!joer!A veces las casualidades asustan!jaja.

Oscar dijo...

¿No es de la película Quiéreme si te atreves?